El año 2016 está marcado por el acontecimiento deportivo más importante que existe en ciclismo adaptado, las Paralimpiadas de Rio de Janeiro. Todos los paraciclistas que participan en pruebas de la Unión Ciclista Internacional UCI y logran buenos resultados, aportan puntos UCI a su paÃs, según el número de puntos logrados para España, se asignaran unas determinadas plazas para Rio.
El paraciclismo masculino español ha logrado 8 plazas para Rio, que se repartirán entre ciclistas de pista y ruta, y entre todas las especialidades de ciclismo adaptado que hay como tándems de ciegos, bicicletas, triciclos, handbikes…etc. Las handbikes no compiten en pista, perdiendo opciones de medalla frente a otras especialidades que pueden optar a ambas (pista y ruta), por lo tanto la clasificación de una handbike para Rio es, muy, muy difÃcil….. o estas en disposición de medalla o no es posible acudir a las Olimpiadas.
Mi objetivo para 2016 es participar en competiciones internacionales de alto nivel y ver que opciones de medalla puedo tener. Como prueba de fuego decidà acudir a la primera Copa del Mundo de Ciclismo adaptado del año, se disputaba en Pietermarizburg, Sudáfrica, los dÃas 6-7-8 de Mayo.
Una contrarreloj larga y con desnivel acumulado, junto a una prueba en ruta dura por los fuertes repechos, la convertÃan en una Copa el Mundo ideal para mis caracterÃsticas.
Volar a Sudáfrica requiere varias escalas aéreas ya que no hay vuelo directo desde España. Saliendo de Barcelona por la tarde, haciendo escala en Paris, llegamos a Johanesburgo a primera hora de la mañana. Aquà debÃamos coger otro vuelo a Piertermarizburg pero serÃan más de 24 horas de viaje y decidimos hacer una noche de hotel y recorrer al dÃa siguiente, en coche de alquiler, los 480km que nos separaban del lugar de la carrera. Una paliza de viaje que deja las fuerzas mermadas.
Mis máximas expectativas en Sudáfrica estaban puestas en la prueba Contrarreloj, a disputar el sábado 7 de mayo a las 14h. Un total 18,45 km y fuertes desniveles. Tras reconocer el trazado varios dÃas antes, analizar las curvas peligrosas y donde debÃa apretar, mis impresiones eran positivas aunque esperaba algo más desnivel. El listado de inscritos no era amplio y aunque faltaban algunos de los mejores handbikers de mi categorÃa, habÃa corredores a los que nunca habÃa ganado, como excampeones del Mundo o medallas en Paralimpiadas. El objetivo de la medalla era más que difÃcil pero lo iba a luchar.
El dÃa previo a la contrarreloj descansé bastante bien, algo complicado ya que normalmente me comen los nervios. El dÃa amaneció triste, algo lluvioso pero fue mejorando conforme pasaban las horas. Coloqué el rodillo para calentar 45 minutos antes de mi salida. Mis sensaciones los dÃas anteriores a la carrera habÃan sido buenas, llegando a umbrales óptimos de vatios, disfrutando en las rampas duras, recuperando perfectamente. Según caliento, sé si la contrarreloj será buena o no. Este dÃas mis sensaciones eran algo peores que los dÃas anteriores. Intento alejar estos pensamientos negativos, “son nervios, me digo, todo irá bien”.
Tras pasar el control de la UCI que verifica que la handbike es correcta para la competición, subà al cajón de salida. 5,4,3,2,1….gooo!!! Arranqué con fuerza pero sin pasarme, calculaba que el tiempo de los mejores contrarrelojistas estarÃa entorno a los 30 minutos, demasiado larga para malgastar las fuerzas al principio. Nada más salir, comienza un repecho constante, largo pero sin excesivo desnivel.
DebÃa recorrer 18,45km, 3 vueltas a un trazado de más de 6,15 km. Antes de completar la primera vuelta, el excampeón del mundo, el austriaco Walter Ablinger, que salÃa 1 minuto detrás de mÃ, habÃa llegado a mi altura. Cuando te supera un rival, los ánimos se vienen a bajo pero intenté pensar que yo siempre acabo mejor de lo que empiezo, “vamos todavÃa falta mucha crono”
Mis sensaciones eran peores que en dÃas anteriores y me costaba mantener los vatios que tenÃa establecidos. La segunda vuelta la rodé mejor, encontré ese ritmo bueno que te permite ir alto de pulso y con buenas sensaciones. SabÃa que en la tercera debÃa darlo todo y asà lo hice. Terminé los últimos kilómetros con todo lo que tenÃa, sacando fuerzas de donde no habÃa energÃa.
Rodé cada vuelta en torno a las 11 minutos, a más de 32,5km/h. Con un tiempo final de 33:21 minutos. Fui muy regular pero no estaba satisfecho. La media de vatios era inferior a otras contrarrelojs que he hecho y este año estaba preparado para superar mi media de potencia. Algo decepcionado y con cara de pocos amigos, me fui directo al rodillo para decalentar. Mientras pedaleaba en el rodillo, reflexionaba con lo ocurrido, “quizás he perdido potencia en las bajadas” me decÃa, cuando de repente, oà por la megafonÃa mi nombre. No le hice caso ya que pensaba que hablaban de los participantes pero cuando lo oà por tercera vez, me puse nervioso y pedà que se acercaran a ver los resultados.
HabÃa logrado la medalla de bronce. HabÃa logrado mi objetivo. HabÃa hecho realidad un sueño que parecÃa inalcanzable. Una medalla en una Copa del Mundo. Un resultado muy justo pero que recompensa mi trabajo y esfuerzo del año. Alejado del primero a más de 3 minutos y muy cerca del 4º clasificado, tan sólo 14 segundos de diferencia y del 5º a 22 segundos. El objetivo estaba logrado y mi alegrÃa era enorme.
Después de un dÃa con grandes emociones, es cuando más me cuesta dormir. Al dÃa siguiente tenÃa la prueba en ruta, 49,2 km, 8 vueltas al trazado del dÃa anterior. DebÃa descansar para rendir, me cuesta recuperar cuando lo doy todo. A las 6:00h de la mañana sonó el despertador.
El domingo 8 de mayo, a las 10:45 horas tenÃa lugar la salida de la prueba en ruta. LlovÃa. Correr en mojado es muy peligroso para cualquier bicicleta y más para una handbike que sólo dispone de un único freno en la rueda delantera. DÃa desapacible y me esperan casi 50 km y cerca de 600 metros de desnivel positivo.
No me gustan las salidas que suelo hacer ya que siempre pierdo la cabeza de carrera en las arrancadas iniciales. Mi planteamiento: salir a tope y mantener la rueda de los mejores, para intentar descolgar a rivales directos al final de la prueba y volver a optar a la medalla.
La cámara de llamadas me sitúa en primera lÃnea de salida al quedar tercero en la contrarreloj del dÃa anterior. Saludo a izquierda y derecha. Se hace el silencio y la cuenta atrás. Arrancó con una fuerza inusitada. Me posiciono en primer lugar del grupo. Imagino que en breve me pasaran los rivales y es allà cuando debo mantener sus ruedas. Nadie me pasa. Voy como una moto. Entro en la primera curva a 400 metros de la salida en primera posición. Comienza el repecho y decido abrirme para dar paso a algún relevo.
El relevo llega, pero es un relevo demoledor. Voy hasta las orejas de ácido láctico y los brazos no me dan para más. Intento mantener la rueda, lo consigo unos metros pero ese no es mi ritmo. Sufro por mantener las ruedas pero no soy capaz y poco a poco se abre un hueco insalvable con los rivales. Decido llevar mi ritmo. "Regula la intensidad, queda mucha carrera, siempre vas de menos a más", me digo. Aunque la realidad es que me ha faltado experiencia, extenuado, no he sabido regular mis fuerzas en los momentos importantes.
Desde este momentos, aparecen un montón de despropósitos que alejan la medalla de forma irremediable. A los pocos kilómetros, la pierna derecha se me cae por debajo de la defensa delantera. Me roza el pie en el suelo en las curvas a derecha. Busco un sitio para parar, debe ser cerca de alguien que me ponga la pierna en su sitio y en bajada para volver a lanzar la handbike. Observo unos espectadores y tiro de freno para detenerme. El suelo está mojado y provoca una frenada de 15 metros donde voy deslizando por el asfalto sin poder detenerme. Acuden a mi y me posicionan la pierna derecha. Arranco con fuerza y a los pocos kilómetros, en otro badén, la pierna derecha vuelve a salirse. Pedaleo unos cuantos kilómetros tomando precauciones en los giros a derecha. Al rato, observo al rodilla derecha y veo que la llevo manchada de grasa. La cadena me está rozando en mi rodilla provocando una herida. Detengo la handbike, abro el cinturón, me incorporo, aflojo las cinchas de las rodillas para dejarlas caer, vuelvo a posicionarme la pierna y arranco. Al rato la pierna derecha vuelve a estar por debajo de la defensa y solo pienso en acabar cuanto antes para que la herida de la rodilla no vaya a más. Observo que no vengan rivales por detrás y con la pierna derecha fuera de lugar, termino lo más dignamente que puedo.
Siempre intento controlar todos los aspectos de la handbike para evitar problemas como el de hoy. Desconozco si la lluvia mojada destenso las cintas donde apoyo los pies o al salir precipitado del rodillo el dÃa anterior, solté tensión en los apoyos. La cuestión que la prueba en ruta fue un auténtico despropósito.
Siempre se me da mejor la contrarreloj que la prueba en ruta. Compito mejor contra mi mismo que contra los rivales. A pesar de los problemas en la ruta, terminé muy satisfecho con la participación en Sudáfrica. HabÃa logrado mi objetivo, llevarme a casa una medalla de Copa del Mundo.
Gracias a todos los patrocinadores que han hecho posible mi presencia en Sudáfrica. Gracias a todos los que me animáis, recibo vuestra fuerza y energÃa para seguir logrando buenos resultados. Todo es posible. QUERER ES PODER.
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Enhorabuena Diego! Y gracias por la crónica,es como si hubiéramos pedaleado junto a ti
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